martes, 8 de febrero de 2011

Segundo premio en el XVI Certamen Literario ’8 DE MARZO’,organizado por La Asociación de Mujeres Progresistas “Despertar Femenino" de Porcuna (Jaén)

No hay día que pase, y que no piense en ti, no hay mañana y tarde que no inundes mis recuerdos. De ahí la decisión de escribirte esta carta, en la que dejo hablar a mi corazón.

Desde que tengo uso de conciencia, han intentado convencerme de que gracias a tu debilidad el resto de humanos caímos en pecado, cuando la humanidad no sabe que el verdadero pecado lo ha cometido el hombre desprestigiando y devaluando tu trabajo, tu entereza, tu fuerza, tu dedicación...

Sé que en ocasiones franqueas los comentarios que esta sociedad nuestra hace sobre tu persona, siempre otorgándote la planta de abajo, o un segundo plano, lejos del protagonismo que realmente mereces. Aunque también soy consciente de que también luchas por lo tuyo, te conviertes en guerrera y te da igual que la guerra dure años, décadas, siglos o milenios, tú siempre estás ahí combatiendo, a píe de batalla.

Eres el principio de la continuidad allí donde estás, y gracias a ti, pueden mantenerse en pie esos cafres, que se creen importantes sin saber mover un dedo si no es bajo tu dirección.

Y que decir tiene, que eres bella por naturaleza, con una simple mirada o una sonrisa, eres capaz de comerte el mundo, y ser deseada hasta el infinito. Mostrarte como eres, es lo que tiene loco a todo hombre con uso de razón.

Sólo tú sabes lo que es dar vida, sólo tú sabes sufrir el dolor en silencio, esperando a que se convierta, en el fruto que durante nueve meses has llevado dentro de ti, y que desde el primer mes agradeció tu calor y tu cariño.

Sabes lo que es entregarte por unos hijos, no te ha importado nunca echarles una mano, incluso sin saber realmente cual era tu función a desempeñar, daba igual que no entendieras de matemáticas o de lengua, tus hijos han ido al colegio con los deberes hechos, hechos con el corazón.

Da igual que sólo quede un trozo de pan en la mesa, ese no es para ti, a ti te basta con su sonrisa. Con tus besos tus hijos se desahogan y con tus caricias ellos toman aliento. No te importa levantarte la primera y acostarte la última, haciendo uso del rol que el ser humano despiadadamente te otorgo. Siempre mantienes la calma ante situaciones límite, situaciones que al más macho de todos eclipsarían. Nunca has medido tus sacrificios ni has pedido nada a cambio por ellos, y siempre has valorado de forma positiva los sacrificios de los demás. En tu vocabulario toman protagonismo las palabras sentir, amar, sufrir y sacrificarse, y pasan los años y estos conceptos no se devalúan, es más, se acentúan. No has dudado en poner punto y final a tu despiadado compañero, que arto de su vida, quería terminar también con la tuya. Tú tienes coraje para eso y para más, aunque te encuentres sola en la lucha, y la sociedad y la justicia no te respalde.

Tu felicidad no es una utopía, cuando te enseñen a vivir triste, prueba la locura vive la vida y disfruta. Que el dolor es una realidad que se debe afrontar cuando se presenta, no un valor sobre el cual edificar una vida. Que no vivan a costa de tu renta emocional, que tu felicidad no sea un desafío. Ya es hora de que este planeta desagradecido abra los ojos, y salga de su silencio, aunque no habría oro en el mundo para pagar la deuda que la humanidad tiene contigo.

Yo te quiero agradecer lo que por mi has hecho, y a través de esta carta te quiero expresar mis más puros sentimientos. Espero que algún día éstas líneas lleguen hasta ti, porque a través de ellas quiero agradecerte todo lo que te has sacrificado por mí.

He compartido muchos momentos contigo, buenos y malos, pero siempre te estaré agradecido, gracias por ser como eres, por ser mujer.

El mundo cambiará cuando el hombre, aunque sea sólo por un día, sepa entender tu alma de la mujer.

P.D.1. Esta carta no tiene una única destinataria, sólo tiene un sentimiento y una razón, va destinada a toda mujer que se sienta orgullosa de serlo. En especial a las dos mujeres que llevaré siempre conmigo, una por haberme dado la oportunidad de pertenecer a este mundo y deberle todo lo que soy, y otra por demostrarme y enseñarme lo que es el amor estando a su lado.

P.D. 2. Es fácil que siendo mujer, escribas sobre tus sentimientos, pero también es fácil ser hombre y escribir con el corazón.