viernes, 28 de marzo de 2014

'Evitar el fracaso escolar' Francisco J. Susín Martínez

El fracaso escolar es una de las plagas sociales del siglo XXI. Su elevada incidencia entre los jóvenes de los países desarrollados no sólo hipoteca el futuro de las sociedades, al dejar a grandes grupos de población sin una formación profesional cualificada, sino también el futuro de los individuos y sus familias, que quedan al borde de la marginación social debido a la falta de educación y cultura. “Evitar el fracaso escolar”, una obra del sociólogo Francisco Javier Susín Martínez, analiza las causas familiares y académicas que llevan a los más jóvenes al abandono de sus estudios, y explica las pautas que padres, maestros y profesores tienen que seguir para evitarlo.

Comprar el libro



miércoles, 4 de diciembre de 2013

Tras la Navidad

Con la llegada del mes de diciembre, llega el momento de reflexionar sobre el año que dejamos atrás. Son muchas las cosas vividas, es momento de nuevos retos, de dejar atrás lo malo, la esperanza domine sobre el pesimismo y sobre todo es el momento de la Navidad, época para vivir en familia, leña que da vida a una buena candela y a numerosas anécdotas que se acompañan con un buen vino o una cerveza del Carrefour. Todo vale. Lo importante es estar en familia y disfrutar de los amigos, olvidándonos, claro está, de las resacas del día veinticinco de diciembre y uno de enero, estas las carga el mismísimo diablo.
® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN



Mes internacional del consumo

Cada español se gastará este año una media de 264 euros en regalos de Navidad según un estudio que se ha publicado. O eso dicen los estudios, a muy pesar mío, siendo sociólogo, permítanme que cuestione a mis colegas. Yo creo que la lectura de todo esto es la siguiente; algunos españoles, los más privilegiados, gastarán más de 500€ por persona en navidad, otros cuantos intentaremos pasar las fiestas mirando el bolsillo con cuidado, regalando corbatas y perfumes de imitación, aunque no se olviden nunca de un buen libro.

El resto, los que verdaderamente se están viendo afectados por la crisis, verán pasar los días con las miras puestas en un futuro más alentador y siempre tendrán el inicio de año como aliciente que les hace pensar que la situación puede cambiar. Lo que quiero decir con esto es que alguien se gasta su parte y la mía.

¿En qué nos gastamos tanto dinero? A los regalos hay que sumarle la ropa, las bolas brillantes del árbol de navidad, la tira de luces que siempre se pierde de un año para otro, alguna figura para el Belén, en turrones…. El gasto en turrones a la larga es un gasto doble, porque después de la navidad llegan los quilos de más, y hay que pagar la matrícula del gimnasio, aunque pocos terminan el primer mes, y terminan enganchando con los pestiños de Semana Santa.

Aunque puede ser que quizás de entrada mucha gente pase de hacer los regalos de Navidad. Pero el día de antes cuando oyes a tu madre que te dice “te he comprado una cosita que te va hacer mucha ilusión” y a continuación te remata diciéndote: “vendrán tus hermanos y pondremos los regalos en el árbol de Navidad para que cada uno coja el suyo”.

Entonces te acuerdas de tus cuatro hermanos y respectivas esposas y maridos, y por supuesto de tus ocho sobrinos. En ese momento no te queda otra que salir de tu casa disimulando pero muy deprisa directo al Carrefour, y no a por la cerveza que te tomarás junto al fuego con tus cuatro hermanos y respectivas parejas y los ocho proyectos humanos de sociedad que tienes como sobrinos, no, compras como loco algún perfume, corbatas, algo de ropa que nunca viene mal, sin olvidar los socorridos Playmobil aunque estén un poco pasados de moda, y como no, varios libros con las aventuras de Peppa Pig, esta última de oído, ya que no tengo el gusto de conocerla.

Ahí es cuando lo compras todo, rápido y sin mirar precios, a lo tonto. Después te vas a pagar y te das cuentas que al final estás por encima de los 264€ de la media que gastará cada español en regalos de Navidad. Y sin contar con la llegada de los Reyes Magos, que ya podían haber acortado el camino y no tardar once días en llegar. Santa Claus si era un tío serio, como tiene que ser, formal y en los tiempos. Estos americanos...

La cena en familia

Cuando crees que todo ha pasado, la realidad es que ni ha comenzado. Queda disfrutar de la cena de Nochebuena en familia ya que esta forma parte de los eventos reseñables de estas fiestas.

El ritmo de las cenas familiares de Nochebuena, lo marca el vino, o la cerveza sin alcohol, que milagrosamente es capaz de marear y avivar a algunos miembros de la familia caldeando la fiesta de forma impensable. Se empiezan a cantar los numerosos y tradicionales villancicos navideños, interpretándose todo el fluido repertorio navideño, eso sí, sin entrar a cuestionar la calidad musical de algunos de los miembros.
Como buena crónica de una muerte anunciada, después de comer como si se acabara el mundo, entra el bajón, y que mejor plan que sentarse en el sofá a ver los programas navideños de las principales cadenas de televisión, que fueron grabados en agosto y que son capaces de recordarte que ciertos artistas continúan vivos.
Es en ese momento cuando valoras el buscar plan alternativo, que siempre termina igual, con los colegas y con la primera gran resaca de las fiestas navideñas, la que es cargada por el mismísimo diablo.

En definitiva y poniéndonos serios, con la llegada de diciembre acaba este 2013, un año para olvidar rápido, sobre todo para aquellos sinvergüenzas que han sido pillados engañando, robando o manipulando; una princesa protagonista de uno de los cuentos más oscuro del reino actual, políticos que manchan la imagen de este país, sindicatos que dejan de trabajar para el pueblo y trabajan para ellos mismos, bancos que se aprovechan de la crisis para enriquecerse, y un largo etcétera.

Esperemos que el 2014 nos depare menos chorizos y sinvergüenzas, y si estos siguen saliendo, qué mejor deseo del que paguen por todo lo que han hecho y que no se rían de todos nosotros quedando indemnes, como ha ocurrido en la mayoría de los casos de 2013. Todos ellos disfrutarán de la cena de Navidad, mientras muchos españoles desesperados esperan impacientes la llegada del nuevo año, y con ella algo de esperanza.


Francisco Susín
Publicado en: Porcuna Digital

Cotilleos de manual

¿A quién no le gusta una buena serie de detectives y espías al más puro estilo norte americano? No a lo James Bond, sino de espías y detectives de lupa y fotografía, de consulta de archivos, de interpretación de hechos, de casos que dan un vuelco inesperado a última hora. Donde se resuelven casos imposibles, dando la sensación de que han empezado a tejerse desde el propio desenlace, por la brillante forma de resolverlo atando todos los cabos sueltos de forma minuciosa y detallada.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

La realidad sobrepasa en ocasiones a la ficción y Estados Unidos juega a detectives y espías con el resto del planeta. Están convencidos de que la seguridad en el mundo va a depender de tener controlados todos los cotilleos. Hace unos días saltaba la noticia en la que se acusaba a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA), de haber rastreado las comunicaciones de líderes políticos en todo el mundo, también en el Gobierno español, “Las agencias de espionaje estadounidenses han empleado la misma práctica en muchos países. Y España no ha sido ninguna excepción” se citaba en la documentación filtrada por Edward Snowden, el ex analista de la mencionada agencia, que ha desvelado toda la información. 

Las últimas acusaciones vertidas sobre el servicio de inteligencia estadounidense han avivado una caldera que a priori nunca ha dejado de arder. El espionaje llevado a cabo por Estados Unidos no es nuevo, al igual que los casos de corrupción que ahora han salido en España, por poner un ejemplo, aunque solo conocemos algunos, otros muchos casos nunca se sabrán, aún sabiendo, valga la redundancia, que están ahí y que llevan mucho tiempo estándolo.

El tipo que ha pinchado todos los teléfonos en la zona europea seguramente estará en un psiquiátrico, ya que a ciencia cierta habrá escuchado cosas inaguantables para todo mortal. Imagino que los jefes gordos del servicio de inteligencia solo habrán escuchado lo importarte. Realmente no me imagino una conversación de la canciller alemana Ángela Merkel en su encuentro mañanero con el señor “Roca”, aunque puede ser que solo se quede en una lectura rápida de Twitter, como hacemos el resto de los humanos. 

Eso sí, el encargado de controlar a Rajoy habrá cobrado doble, por la dificultad añadida de traducir a un presidente que si ya es difícil de entender en una rueda de prensa, imagínense en un ambiente relajado. 

Bromas aparte, ya que esto es bastante serio, los líderes mundiales ya han tomado cartas en el asunto, ¿tomar represalias contra Estados Unidos por un delito de suma gravedad que atenta contra la dignidad, la intimidad y trescientas cosas más? No, han cambiado de teléfono móvil, y seguramente habrán sido asesorados para que lo hagan por el famoso Ericsson T10, ya que este venia con tapa y era muy cómodo y práctico, para descolgar y que no llamara solo estando en el bolsillo, ya que la tapa cubre los botones. O el Alcatel One Touch, que no destaca por su belleza pero en su momento fue lo último y se vendió bastante bien. 

Con estos dos modelos los estadounidenses lo tendrán muy complicado, y el seguimiento telefónico desaparecerá, ya que a estos móviles es muy difícil seguirles el rastreo, aunque también conseguir cobertura. ¿Dudaban de la astucia de nuestros líderes? 

Pero Obama no se rinde y ya estará preparando la forma de seguir controlando los cotilleos mundiales. Nuestros representantes deberán tener cuidado si reciben regalos de la Casa Blanca, tales como, un bolígrafo muy bonito que escribe muy bien y lleva una pequeña pila de botón porque es un último modelo, que lo revisen antes los perros.

Ya para terminar me gustaría lanzar una reflexión seria. ¿La revolución tecnológica? Eso no sirve para nada, está cargada por el mismísimo Imperio Yanqui, esto no hubiera pasado si todavía hubiéramos estado comunicados mediante telégrafo. Aunque pensándolo bien seguro que estos también eran pinchados.

Francisco Susín

Publicado en: Porcuna Digital

Curvas desde la casita de papel

Dando un paseo por la carretera A-305 que une los términos de Valenzuela y Porcuna llegas a cuestionarte si de verdad vives en una región desarrollada, o simplemente la zona pertenece a una comunidad autónoma que presume de ser desarrollada.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Sería impensable que en el siglo XXI una carretera que une Andújar (Jaén) con Baena (Córdoba) y que era un nexo importante de unión con la provincia de Málaga, se encuentre en el estado que realmente se encuentra. Por desgracia, los protagonistas son los badenes, agujeros e incontables peligros que hace su tránsito cada vez más dificultoso a la vez que peligroso.

La mona se viste de seda

En 2008, la por entonces Consejería de Obras Públicas y Transportes (ahora Carreteras, es competencia de Fomento y Vivienda) de la Junta de Andalucía sacó a licitación las obras de construcción de la Variante de Valenzuela en la A-305, en la provincia de Córdoba. Esta Variante, cofinanciada con Fondos FEDER de la Unión Europea, suponía una inversión de 8,17 millones de euros. 

Con esta actuación, de una longitud aproximada de 5,6 kilómetros, se pretendía aliviar el tráfico a su paso por la localidad de Valenzuela, formando parte del Plan para la Mejora de la Accesibilidad, la Seguridad vial y la Conservación en la Red de Carreteras de Andalucía, que la Consejería de Obras Públicas y Transportes puso en marcha entre los años 2004–2010. 

El Plan MASCERCA tenía entre sus objetivos eliminar la conflictividad del tráfico en el medio urbano, con la ejecución de variantes de población y el acondicionamiento de las travesías, buscando la integración de la carretera en un medio en el que el ciudadano demanda habitabilidad y calidad de vida. A día de hoy no estamos más cerca, estamos cada vez más lejos. 

Empiezan las obras

Las máquinas tomaron posiciones, los olivos que invadían el futuro trayecto pasaron a mejor vida, y en el horizonte se vislumbraba la tan ansiada variante que descongestionaría el tráfico sobre todo de grandes camiones por la travesía de Valenzuela. 

Pasaron los primeros meses y las únicas actuaciones que se llevaron a cabo, fueron tareas de movimiento de tierra y la construcción de los pilares de uno de los puentes que serviría de enlace a distinto nivel con la carretera A-3126, que también sirve como acceso a Valenzuela.

Se paran las obras 

El hallazgo de un pozo, que según el informe de la Consejería de Cultura data del siglo IV o V antes de Cristo, y que presenta unas escaleras de acceso en espiral y su profundidad ronda los cinco metros, hizo que se paralizaran las obras y se montara un amplio dispositivo arqueológico, llevándose excavaciones en toda la zona por la que debería haber transcurrido la variante. 

En ese momento las soluciones que barajaba la Junta eran trasladar todos los restos y dejar el trazado original o hacer un trazado alternativo. Además se comprometieron a trasladar el pozo a un lugar más céntrico del municipio de Valenzuela y de este modo fomentar su turismo.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Vistas desde la ‘Casita de Papel’

A día de hoy ni trazado original ni alternativo, al pozo le sigue lloviendo en el mismo lugar donde fue encontrado, la A-305 en el trayecto Valenzuela-Porcuna está en un estado lamentable y por qué no decirlo, vergonzoso. Las ruedas se revientan con los bordes afilados de las inexistentes cunetas. Los amortiguadores luchan cada metro por resistir el embiste de un asfalto que con el paso de los meses está más ondulado y agujereado. 

En definitiva, una vía autonómica que objetivamente no llegaría ni al rango de camino, ya que muchos caminos rurales se encuentra en mejor estado. Ya es hora de que la Junta de Andalucía se tome en serio esta carretera y actúe en consecuencia, porque de lo contrario en unos meses transitarla será imposible.

Como última reflexión, me gustaría decir que soy un apasionado de la historia y todo los relacionado con nuestro pasado, y admiro el trabajo que realizan los arqueólogos, pero también tengo claro que todo el que entienda un poco de historia y se quiera gastar varios millones de euros en buscar restos de antiguas civilizaciones en Valenzuela, debe mirar hacia el Cerro Boyero. En este lugar es donde está toda la riqueza histórica y cultural, allí es donde renace el patrimonio íbero del municipio cordobés y es allí donde encontrarían todo aquello que no encontraron 300 metros más abajo. 

De otra manera, el Cerro Boyero sigue siendo desconocido, la carretera y su variante sigue siendo una hipótesis y a nosotros se nos queda la cara de tontos cuando vemos que no tenemos ni restos arqueológicos, ni carretera y como no podía ser de otra manera, dinero.


Francisco Susín

Publicado en: Porcuna Digital

lunes, 11 de marzo de 2013

Segundo premio en el Certamen Literario ’8 DE MARZO’ 2013,organizado por la Asociación de Mujeres Progresistas “Despertar Femenino" de Porcuna (Jaén)


Una maleta de ida y vuelta
26 de abril
-¿Estudias o trabajas? —Ésta es una pregunta que puede resultar incómoda incluso molesta si no haces ninguna de las dos cosas y además eres mujer.
-Ayudo a mi madre en las tareas de la casa —contesté sin mucho entusiasmo.
Seguramente la expresión de mi rostro no tendría desperdicio ninguno. Roberto, el curioso, era un antiguo amigo de mi padre que había venido a visitar la ciudad. Como no podía ser de otra manera, tuve el privilegio de ir a recogerlo a la estación de autobuses.
-Está complicada la cosa, mi hijo Manuel hace dos meses que se marchó a Alemania, ayer hablé con él y se le ve muy contento, aunque no domina el idioma todavía, ha encontrado trabajo y le pagan bien — continuó Roberto mientras que la alegría de su mirada quedaba al descubierto a consecuencia de lo orgulloso que estaba de su hijo.
-Me alegro por él, espero que le dure. —Ahí fue cuando decidí terminar la conversación, Roberto seguía hablando de la economía española, del coste que tuvo la reconstrucción del país después de la Guerra Civil, o la exclusión de España en el llamado plan Marshall, donde se llevó a cabo la reconstrucción europea de principio de los años cincuenta tras la II Guerra Mundial. Conseguí evadirme en mis pensamientos, eso sí, bajo el inconfundible ronroneo que la voz de Roberto emitía, aparentemente lejano a la vez que cercano. Mi estado emocional no estaba para charlas de tinte económico y político, una semana antes había dejado la universidad, seis meses después de haber ingresado en ella. Mi estancia fue corta, lo suficiente para darme cuenta de que no estaba hecha para mí. Sabía que era una privilegiada y quizás algún día me arrepentiría por no haber aprovechado la oportunidad que me estaban dando mis padres, el acceso a la universidad estaba difícil, no todo el mundo podía pagar las costosas tasas, pero me agotaba pensar en que el éxito solo me llegaría tras una larga y sacrificada carrera. Eran tiempos complicados, el trabajo escaseaba, la economía no pasaba por su mejor momento y la industria se tambaleaba, pero yo no conocía la constancia, aquella que solo tienen los individuos que conocen el camino del éxito tan bien como la palma de su mano. No tuve muchos remordimientos de conciencia. A menudo pienso que las personas que tienen demasiada prisa, aquellas que andan todo el día de un lado para otro, se pierden aquello que el destino les tenía reservado si hubieran permanecido en el mismo lugar. Es una buena teoría para justificar la holganza y conmigo realmente funcionaba.
Cuando llegamos a casa, Roberto continuaba hablando solo. Yo bajo un ligero movimiento de cabeza de arriba abajo, seguí asintiendo de forma automática hasta que nos detuvimos.
-Bueno, pues ya hemos llegado —mis palabras estaban llenas de entusiasmo, el que marcaba el final de un trayecto que no había sido nada cómodo para mí. Entramos en la casa. Fuera, dejábamos aquella primavera en la que se percibía un aire mucho más ligero, en la que los pájaros planeaban mucho más alto que de costumbre, a gran distancia de los tejados.

29 de abril
El poder adquisitivo de mi familia era lo suficientemente solvente como para vivir cómodamente. Mi padre era médico, y trabajaba día y noche. Le perdía su trabajo, por las mañana pasaba consulta en el Hospital y por las tardes se encerraba en el laboratorio donde trabajaba como investigador en busca de nuevos medicamentos que combatieran las nuevas enfermedades. Lo raro era verlo en casa. Se puede decir que fui huérfana de padre durante gran parte de mi infancia.
Mi madre era una mujer de principios y muy ordenada en sus ideas, era muy difícil, por no decir imposible, que cambiara de opinión si ella estaba convencida de que estaba en lo cierto.
Todavía recuerdo aquella cena familiar de Noche Buena, en la que nos hizo a todos cantar los numerosos y tradicionales villancicos navideños, le costó cuatro botellas de vino, pero al final lo consiguió. Desde aquella noche ya no hay una sola navidad en la que el grupo familiar —los “musiquitas”— que así lo bautizó, interpretara el fluido repertorio navideño, eso sí, sin entrar a cuestionar la calidad musical de algunos de sus miembros.
Como era lógico, mi madre, no se había tomado muy bien mi salida de la universidad. No soportaba que no estuviera dispuesta a cumplir su viejo sueño de tener una hija con carrera universitaria. Ella no pudo estudiar y esa espina se la quería sacar, ofreciéndome a mí la oportunidad de hacerlo.
-Lucía te vas arrepentir. Y ahora, ¿qué piensas hacer? —me decía una y otra vez.
-Buscaré trabajo, soy joven y con ganas de trabajar —contestaba yo siempre muy convencida.
-¿Trabajo? Una mujer o estudia o se queda en su casa ayudando a su madre, y eso es lo que vas hacer, te quedarás aquí en casa ayudándome en todo lo que me haga falta, eso es lo que has elegido —Me reprochaba todavía más enfurecida. Su tono de voz estaba acompasado por grandes ecos de ira y rencor.
24 de agosto
Habían pasado cuatro meses desde la primera discusión que tuve con mi madre justo después de haber dejado la universidad y mi situación cada vez era más preocupante. Me encontraba esclava de aquellas paredes, las mismas que vistas desde fuera en su conjunto formaban un hogar.
Unas de esas mañanas limpiando el techo de la cocina, empecé a ser presa de una profunda melancolía, como si de repente despertara de un largo sueño, y al mirar la hora me hubiera dado cuenta de que se me había hecho muy tarde. En mi subconsciente resonaban aquellas palabras de Roberto “mi hijo Manuel hace dos meses que emigró a Alemania, ayer hable con él y se le ve muy contento, aunque no domina el idioma todavía, ha encontrado trabajo y le pagan bien”.
¿Era el momento de ir en busca del "Milagro Alemán", en busca del llamado Estado de Bienestar real, sin humo y con garantías? Por otro lado, cada vez llegaban con más intensidad rumores de que en el país germano estaban buscando a trabajadores para cubrir las plazas de trabajo necesarias para mantener su ritmo de producción. Tenía que hacer las maletas huir de aquellas cuatro paredes, muchos como Manuel ya lo habían hecho, parecía lo mejor. En mi contra el ser mujer.
6 de septiembre
A las pocas semanas estaba subida en el tren, destino Heidelberg. Una nueva vida me esperaba. Ilusión, incertidumbre, esperanza y nervios hubieran sido los ingredientes perfectos para un cóctel en aquel momento.
Heidelberg es la ciudad alemana de la cultura por excelencia, situada en el valle del río Neckar. Su prestigiosa Universidad, era la más antigua del país y estaba abalada por grandes edificios señoriales, sus calles estaban formadas por casas barrocas de tejados rojos. No tardé mucho tiempo en visitar cada uno de sus rincones, las ruinas góticas-renacentistas, el puente de Carl Theodor, la Prisión de los Estudiantes o su famoso castillo, desde el que se podía disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad.
Contacté con Manuel, el hijo de Roberto, varias semanas antes de mi partida, a escondidas de mis padres. Ellos, y en especial mi madre, nunca me hubieran dejado llevar a cabo aquella locura. Por eso decidí invertir todos mis ahorros en ese viaje, y a mis padres les deje con todo el dolor de mi corazón una carta de despedida.
28 de septiembre
Todas las mañanas me levantaba muy temprano para ir a la facultad de filosofía. Una vez dentro, por sus pasillos mayoritariamente deambulaban chicos con folios en las manos y miradas perdidas en el horizonte, quizás sumergidas en reflexiones existencialistas, o quizás pensando en cómo cortejar a las pocas chicas alemanas que transcurrían por allí. Aquella universidad estaba hecha para hombres.
Día tras día me quedaba embelesada sentada en aquellos pupitres de madera, con la mirada fija traspasaba aquellas paredes en las que todavía resonaba el eco de las últimas reflexiones expuestas por los profesores alemanes, difíciles de entender pero que sonaban como auténticas melodías del conocimiento.
A las tres semanas de estar allí, el edificio me lo conocía como la palma de mi mano, en ocasiones me sentaba en la biblioteca a leer, sobre todo unas crónicas muy largas de Sartre sobre la vida en París durante la ocupación alemana, uno de los pocos libros que encontré en español. El entusiasmo no era uno de mis capitales más importantes. Pero desde que frecuentaba la universidad mi interés por los libros había crecido de forma incontrolada.
Un día cualquiera, nada ha cambiado
La gente que se compadece demasiado de sí mismo, y yo me incluía entre ellos, se vuelve cómoda e inútil y, de tanto quejarse, olvida representar la parte del espectáculo en la que debe levantarse y plantar cara a la monotonía, al fracaso, a la envidia, a la falsedad, al abandono, a la mala salud, a la desazón y a las pocas ganas de sonreír y hablar de otra cosa que no sea la desesperanza que arrastra, como bastaixos que han perdido la fe en su trabajo y no se molestan en iniciar el camino hacia la cima sabiendo de antemano que la roca a transportar es demasiado pesada.
Yo aprendí que este no era el camino cuando cogí la maleta para emigrar lejos de los míos, maleta que todavía conservo y en cuyo interior aún se encuentra la primera carta de despedida que escribí a mis padres antes de marcharme. Mi madre la guardó siempre consigo, ahora desde el día en que murió, la guardo yo.
Queridos papa y mamá, he contactado con Manuel el hijo de Roberto, y me ha encontrado un trabajo de limpiadora en la universidad alemana, por lo que no tendré que buscar cuando llegue allí. Sé que no está bien lo que he hecho pero necesitaba dar sentido a mi vida, estaba a punto de caer mala, y aunque soy consciente de las dificultades del viaje sobre todo para una mujer, lo necesito. Quiero agradeceros la oportunidad que me habéis dado para poder estudiar, sabiendo que pocas mujeres lo hacen, pero ese no era mi camino. No os preocupéis por mí. Estaré bien y os escribiré cuando llegue. Espero que algún día podáis perdonarme.
Un beso muy fuerte. Lucía. 10 de octubre de 1964.

Han pasado muchos años desde que escribí aquella tarde. Pero un día como hoy las lagrimas vuelven a recorrer mi rostro mientras escribo a mi nieta que ha tenido que irse a Alemania al igual que hice yo. Todo bajo la misma desilusión, la de un país en decadencia, que al igual que lo hizo hace ya unos años, contempla impasible como el resurgir de los suyos está sometido a salir fuera de sus fronteras.

Querida Patricia, a mis 67 años, todavía recuerdo cuando con sólo 18 años tuve la valentía de emigrar a otro país, en mi maleta llevaba ilusiones, sueños y una meta, ser feliz. Tú en la tuya llevas algo más, una carrera universitaria, esa que yo eché tanto en falta. Además tienes a tu favor que hoy ser mujer gracias a Dios, no es lo mismo que hace varias décadas en la que suponía ese lastre tan pesado para la sociedad, comparable a una piedra virgen que todavía no ha sido separada de su madre naturaleza. Yo fui de las primeras mujeres que se marcharon para buscar trabajo fuera, hoy el destino ha querido que vivas la misma experiencia que yo viví varias décadas atrás. Espero de todo corazón que encuentres un buen trabajo, tu felicidad. Cuídate mucho.
De mujer a mujer, tu abuela Lucía
En mi tierra, 8 de marzo de 2013

                                           Entrega de premios
Noticia leída en: 
http://deporcuna.wordpress.com/2013/03/12/la-granadina-manuela-padial-gana-el-certamen-literario-8-de-marzo-de-porcuna/

PASODOBLES CARNAVAL 2013 "CON MUCHA GUASA PERO SIN WHATSAPP"


Es muy divertido jugar con mi marioneta
Es para mi divertido jugar con mi marioneta
me paso las tardes muertas, viendo como ella se mueve
a través de esta cuerda
y quedo con mi gente para ir a la plazoleta
que allí movemos sus hilos con toda nuestra destreza
cuando le tiro de aquí, mueve el brazo y el pie
y si yo le hago así la cabeza también
hace todo lo que quiera, y si toco este hilo mi marioneta se sienta
pa mi es solo diversión, un juego que me entretiene, porque hago lo que quiero al mover este muñeco
distinto sería si el muñeco tuviera sentimiento y no fuera un objeto
esto pasa en la vida real, que juegan con nuestra dignidad
que somos unos trapos pa los banqueros y los políticos delincuentes
que somos sus marionetas, y nos mueven a su antojo mientras ellos se enriquecen.
Y juegan sin más ellos solo piensan es su dinero y su capital
que no les va a importar que otros perdamos día a día la libertad
y juegan sin más, nos quitan nuestra casa nuestro trabajo, nuestra casas, nuestro dinero
por eso yo prefiero ser un muñeco sin sentimiento
y no tener que criar /a/ mis hijos en la pobreza
pasando dificultades sin soluciones y sin respuestas..., ay!
por el juego de sinvergüenzas.

La nostalgia me hace mirar pa atrás en el tiempo
La nostalgia me hace mirar pa atrás en el tiempo
Cuando solo era un niño, pocas cosas importaban era libre como el viento
al salir del colegio, jugaba con mis amigos
y mientras volvía casa se hacía corto el camino
Cuando llegaba la tarde y se escondía el sol
Mi madre venia a por mí y yo “no por favor
Que todavía me queda que le acabo de cambiar las ruedas a mi bicicleta”
y no se me olvidaran esos cuentos en la cama que mi madre me contaba mientras me acariciaba Y ella salía muy despacito, sin apenas hacer ruido para que no despertara.
Mi primer beso me hizo mayor, ahí fue cuando me hice mayor
entonces me di cuenta de lo importantes que eran mis padres para mi infancia
que yo tuve esa suerte, de teneros a mi lao por lo que os doy las gracias
no siempre es así, que por culpa de un padre dos niños ya no podrán reír
que se han dejao atrás, una infancia una vida a lo que no volverán jamás.
Y como llamar, a un padre que no te quiere que te maltrata y no cuenta cuentos
que te quema en una hoguera con tu inocencia y con tus sueños
que esto es un animal que no tiene sentimiento
y tu juicio llegará y estarás ardiendo lentamente..., ay!
pudriéndote en el infierno.

El pueblo se transforma cuando llega el invierno
El pueblo se transforma cuando llega el invierno
Se levantan las familias, que el desayuno aguarda a ver si hoy deja el tiempo
El café calentito,
pa entonar por la mañana
Con lo
agustito que estaba arropaito en la cama
El hato está
preparao, con la crema pa el sol
la manga corta además, por si hace calor
y la gorra es importante, mira haber si en el coche están todavía los guantes
y ya en el campo ves, que hace un frio que pela, seguro que este se quita cuando empiece la faena que hoy tenemos un día de cuestas veras cuando se termine el dolor que hay piernas.
Anda ve recogiéndolo
to, las espuertas llévala al tractor,
va llegando la tarde y cuando terminas la sensación es de recompensa
un día más de trabajo, poco a poco va llegando, el final de la colecta.
Harto de trabajar con la esperanza de un dinero poder ahorrar
con el que sustentar a tu familia porque los tiempos pintan muy mal
harto de trabajar,
pa que venga un sinvergüenza y se ría de ti en tu cara
robándote lo que es tuyo el que será tu pan
pa mañana
y aunque
tranquilito estás tu alma está podría
y le tendrás que explicar a tus hijos a tus nietos que pa tu pueblo..., ay!
serás un ladrón de por vida.


Los tiempos han cambiado le decía yo con mimo
Los tiempos han cambio le decía yo con mimo
Atrás quedan esas tardes, que cogido de tu mano disfrute siendo un niño
siempre recuerdo esos días paseando por San marcos
tu me dabas la merienda
sentaito en un banco
y en el paseo de Jesús, caminando los dos
en esas tardes de luz, cuando salía el sol
siempre tu me regañabas porque corría como un loco y nunca yo te esperaba
y siempre recordare esas noches de verano cuando en la puerta sentaos tus batallas me contabas yo te escuchaba muy atento sin perderme un detalle hasta que tu terminabas.
También tu me enseñaste a jugar, qué yo me conformaba con na
con trompo y una cuerda yo era el niño más feliz que había en el pueblo
y jugando a las chapas la abuela nos regañaba por estar tiraos en el suelo.
Quiero recordar, todos esos momentos que junto a ti he podio pasar
para nunca olvidar, que eres parte mi vida y siempre serás
pa mi especial
y no voy a dejar, que aunque falle tu memoria los recuerdos se los lleve el viento
que mi intención no es otra que recordarte mis sentimientos
que aunque no recuerdes na, no caerá en la ignorancia
y vendré aquí todos los días
pa recordarte abuelo del alma..., ay!
que fuiste parte de mi infancia.

miércoles, 20 de junio de 2012

Todos bajo la misma bandera. 11 de julio de 2010. Campeones del Mundo

“Paseando por las calles de Valenzuela en la tarde del 11 de julio de 2010, sentías la dulce sensación de que era un día especial, que el municipio se preparaba para una noche de fiesta, para algo importante. El pulpo tomó una decisión y hasta en Galicia dejaron de comerlo por ese día. Pasaras por donde pasaras muchas eran las banderas de España que adornaban balcones ventanas y coches. ¡Qué poder tiene el fútbol! Tres meses antes muchos de los que colocaban la bandera, la repudiaban ya que consideraban que esa no era su bandera, pertenecía a determinados grupos ideológicos de nuestra política. ¿Tanto poder tiene el fútbol? Pues sí, todos aunados bajo un mismo sentimiento, todos bajo la misma bandera, la constitucional. Atrás quedaban los debates habituales eternizados en el parlamento callejero referentes a la patria y sentimiento nacionalista, ese día, todos nos sentíamos orgullosos de ser españoles. No hay nada más que ver como la celebración se desplazó al pilar (nuestra particular Cibeles), decenas de personas se fundían con el refrescante agua que se convirtió en el símbolo de la victoria, una fiesta de las que hace historia.
No importaban los colores todos estábamos con el mismo, el rojo. Eso rojo que 23 chavales, procedentes de toda la geografía española, han paseado con orgullo por Sudáfrica. Un color sin más simbolismo político que el de una pelota, que el 11 de julio se transformó en dorado, el color del oro.
La mayoría de los que anudaron la bandera a las ventanas de sus casas son chicos y chicas de menos de 30 años, la mayoría de ellos no entran en dualismos de ningún tipo, estaban viviendo el momento como algo histórico, bajo el rojo y amarillo que no entiende de fronteras, de enfrentamientos, ni de heridas históricas, o eso es lo que quiero pensar. Varias  generaciones, en las cuales me incluyo, que son las que tienen que luchar por este país, las que tienen que escribir el futuro, las generaciones que se unieron a través de una selección de fútbol, sin mirar al pasado, mirando el  presente.
Nuestro país estaba pidiendo a gritos un acontecimiento de esta índole, y más que el país, nuestra bandera, el patriotismo era tema tabú en nuestra nación, marcado por la historia y tal vez por la ignorancia, la hipocresía o el miedo. Sin embargo, no dejo de estar cada vez más seguro que lo importante no son los símbolos patrióticos sino los valores que representan.
El 11 de julio de 2010 es una fecha para recordar esbozando una sonrisa al ver como ciudadanos de Cataluña, el País Vasco, Pamplona, Andalucía, Galicia… sacaron a la calle una misma bandera, es bonito ver esta unidad. ¿Cuánto durará este sentimiento? Esto es difícil de saber, esperemos que dure lo suficiente hasta que dentro de cuatro años llegue otro pulpo que se decante por nuestros colores y por ese mejillón que a nosotros nos ha sabido a oro”.
En 2012, después de un cálido enfriamiento en el que nuestra bandera volvió a un segundo plano, las banderas vuelven a hondear de manera eufórica y patriótica, los chinos de todo el país hacen su agosto particular vendiendo el color rojo y el amarillo.
Ahora tenemos el fútbol ¿Qué pasará cuando ya no seamos ganadores?

Francisco Susín Martínez
Luego, ¡seremos campeones! En mi vida conocí un pulpo con semejantes dotes adivinatorias o tanta suerte